Por una inclusión educativa y social For educational and social inclusion

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José Antonio Torres González

Resumen

La Conferencia de la UNESCO celebrada en Jontiem (1990) promovió la idea de una “educación para todas las personas” que logró introducir el concepto de inclusión en un gran número de países. Cuatro años más tarde en la Conferencia de Salamanca la idea se generaliza (88 países y 25 organizaciones acuden a ella) asumiéndose como principio de acción y de política educativas. Por consiguiente, la inclusión tiene que intentar desarrollar nuevas respuestas didácticas, para estimular y fomentar la participación de todo el alumnado. En esta línea, la educación inclusiva se opone a cualquier forma de segregación, a cualquier argumento que justifique la separación en el ejercicio de los derechos a la educación. Se trata, por tanto, de una cuestión fundamentalmente de valores. Desde la atalaya de nuestra sociedad podemos observar cómo crecen en ella las desigualdades en todos los órdenes (económico, social, educativo...) asociadas a la pobreza y a la marginación. En este sentido, debemos plantearnos si las instituciones educativas legitiman, en muchas ocasiones, las desigualdades existentes en nuestra sociedad. Por ello, la inclusión surge con el objetivo de eliminar las diversas formas de opresión existentes a este respecto y de luchar por conseguir un sistema de educación para todos, fundamentado en la igualdad, la participación y la discriminación en el marco de una sociedad democrática. En este sentido, la inclusión explora el constructo social establecido en torno al concepto de discapacidad que se ha creado como consecuencia de los continuos cambios que se producen en los contextos políticos, sociales y económicos y que, con demasiada, frecuencia, adquieren tintes de marginalidad y discriminación. En definitiva, la inclusión puede y debe considerarse como una actitud, un sistema de creencias y valores que estará presente en las tomas de decisiones de aquellos que apuestan por ella. Pero, además, es también una cuestión de derechos humanos que preconiza la no segregación de personas por razón de su discapacidad, su raza, su género, su religión, sus ideas. Se trata de superar la postura del pensamiento integrador que restringía el alcance de la inclusión a los discapacitados para extenderla a todas personas

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Sección
Editorial